En días recientes se han registrado varios movimientos telúricos, como el de hace unos días, cuando se dio a conocer un grave hundimiento de tierra en la zona de Vásquez Canyon Road, ubicada en Los Ángeles, California.
Dicho incidente provocó que a lo largo de dos kilómetros la vialidad se viera seriamente dañada, pues el pavimento se levantó y presentó afectaciones.
Ante este escenario y de acuerdo con Albert Haup, miembro de la Asociación Sismológica de la Universidad de Brown, alertó al Servicio Geológico de Estados Unidos la llegada de un megaterremoto que es inminente.
De acuerdo con la fuente, afectaría a Estados Unidos y México, el conocido como “The big one”, que se traduciría como “El más grande”.
Según explicó el especialista, se trata de un sismo que ha estado preparándose para hacer su aparición después de varios terremotos de menor intensidad a lo largo de unos 100 años.
Su antecedente, refirió, es el temblor ocurrido en el año de 1700 y que registró un 9.2 en la escala de Richter.
“Es un hecho que el megaterremoto ocurrirá y debemos estar preparados, porque puede ocurrir en cualquier momento de los próximos días”, advirtió.
“Podemos esperar el peor escenario”, puntualizó, en tanto que los resultados de su estudio ya fueron enviados al Departamento de Seguridad de EEUU, así como a la Secretaría de Gobierno de México, con el fin de que ambas naciones tomen precauciones en caso de necesitarse.
PELIGRO INMINENTE
Cabe destacar que de acuerdo con Víctor Manuel Cruz Atienza, jefe del departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, alertó que un terremoto como el registrado en 1985 puede volver a ocurrir, aunque no se sabe cuándo exactamente.
Además, precisó que la intensidad puede ser el doble o triple que el de hace seis lustros.
Abundó que los sismos en México ocurren frecuentemente, pero los más comunes de intensos ocurren bajo la Costa del Pacífico, conocida también como zona de subducción.
Es allí donde la placa oceánica de Cocos pasa por debajo de la placa continental de Norteamérica.
Y es que las características del suelo en que está asentado el Distrito Federal es “un depósito de sedimentos, de arcillas, en cuencas que hubo hace miles de años, con alto contenido de agua”.
Por lo mismo, se produce una “amplificación muy grande” de las ondas sísmicas que provienen de la zona del epicentro del sismo, que puede llegar a representar 500 veces más.
PREVENCIÓN
Es por eso que ante los riesgos de un sismo lo vital es aumentar la prevención, y conocer las medidas cautelares en caso de que se presente uno.
Hoy en día se cuenta con el Sistema Nacional de Protección Civil, el Centro Nacional de Prevención de Desastres y la alerta sísmica creada por el Centro de Instrumentación y Registro Sismíco.
Dado que un sismo no se puede evitar, lo que sí podemos hacer es tomar las precauciones necesarias para disminuir las pérdidas humanas, y de ser posible mantener un saldo blanco.
Hay que ver el lado amable, que yo vivo muy lejor del DF =)