Hay momentos en la vida de todos (o casi todos) en que el cuerpo necesita expresar hacia esa persona especial lo que no se podría con palabras. Pero también existen ocasiones en las que el intento por montar un buen ambiente, o incluso consumar el acto, son frustrados por alguna clase de error o accidente que estaba fuera de sus manos.
El día de hoy les traeremos una pequeña lista de esas cosas que suelen matar pasiones y finalizar como uno de los momentos más incómodos que se pueden imaginar.
Ser descubiertos en el acto.
Es un accidente bastante común para las personas. Muchas parejas seleccionan lugares poco convenientes para tener un poco de acción y subir los niveles de adrenalina. La cosa es que si nuestros padres nos descubren tratando de hacerles nietos, eso de repente ya no es tan sexy.
Romper la cama.
No cabe duda que a veces el amor y la pasión son tan fuertes que rompen las barreras del entendimiento… o los muebles. Aunque muchos de ustedes demuestren gran poder en asuntos privados, probablemente una cama destrozada no ayude a encender la flama.
Pasión arriba, fuera abajo.
Suele pasar que a veces se encuentran en lugares que desafían su percepción de la profundidad. Deciden que un rapidín en alguna escalera, o algo casual sobre algún mueble no muy estable, son la mejor opción para mantenerse creativos. Claro que cuando nuestras posaderas desnudas están dando un paseo por 9 escalones, se comienza a perder la creatividad.
Erotismo motorizado.
El clásico encuentro pasional llevado a cabo en un automóvil, no puede faltar. Sin embargo, la cosa se ve arruinada cuando un policía o un grupo de adolescentes decide echar un vistazo para ver que todo esté en orden.
Romperropas.
Muchas veces el entusiasmo y el deseo extremos, nos privan de un buen juicio, por lo que terminamos rompiendo algunas prendas de nuestra pareja. Es una lástima que la motivación no sea la misma a la hora de regresar a casa pareciendo un vagabundo.
A ti te conozco.
Una de las peores cosas que puede ocurrirle a alguien infiel, es toparse con algún conocido ya sea suyo o de su pareja, mientras se encuentran con su amante. Si eso sucede, tal vez algo más que el sexo sea arruinado ese día.
De mantel largo.
El baño y la cocina, suelen ser lugares muy frecuentados para consumar el acto sexual, pero también los más peligrosos. Un pequeño resbalón o sentarse en el lugar equivocado y seguro tendrán que hacer una vergonzosa visita al médico.
Aros y collares letales.
Nunca falta la presencia de la joyería asesina. Algún collar largo que pueda enredarse en el cabello fácilmente, o ese anillo traicionero que dejaron en el sillón, esperando a que alguien con poca suerte termine encima suyo para arruinar el momento, siempre están presentes.
Sueños mojados.
Algunas veces deciden llevar algo de beber a la cama antes de comenzar a calentar motores. Todo eso es bueno, hasta que olvidan donde dejaron los vasos o las copas, y terminan recibiendo un baño innecesario, sumado a un juego de sábanas arruinado.
Llamadas inoportunas.
Debe ser sin duda lo más frustrante que pueda pasar mientras se está en pleno acto. Que nuestros familiares o amigos decidan que es un buen momento para preguntar cómo estamos o saludarnos, sin duda puede matar la pasión inmediatamente.
Seguramente muchos de ustedes ha sufrido uno o más de estos accidentes. Seguro recordarlo ahora ya debe ser motivo para reírse, ¿verdad?
