Difícilmente un ser humano promedio llegará a creer que el excremento humano sirve para algo bueno. Si contraes una infección durante tu estancia en Australia, Reino Unido o los Estados Unidos, puede que te receten tomar un poco de excremento por la nariz para que aumentes tus posibilidades de cura.
Se trata del trasplante de materia fecal, un procedimiento terapéutico que ha venido adquiriendo notoriedad en la medicina y que está siendo estudiado por estos países – y con resultados que “huelen” bastante bien. El British Medical Journal (BJM) recientemente divulgó un estudio en el que participaron 516 pacientes infectados por bacterias del tipo Clostridium difficile. La tasa de éxito entre aquellos que recibieron un trasplante de excremento alcanzó el 85%, algo sumamente alentador sobre todo si se compara con los que tomaron antibióticos, un grupo en el que solo un 20% pudo deshacerse de las bacterias.
La técnica es bastante simple y básicamente se necesita tomar las haces de un donador saludable, congelarlas, triturarlas y, cuando así se requiera, hacerlas llegar al intestino del paciente a través de una sonda insertada por la nariz o el ano. También se han llevado a cabo múltiples experimentos con píldoras repletas de materia fecal congelada. Este método se aplica con la esperanza de que los microorganismos presentes en los desechos “saludables” empiecen a colonizar el estómago del enfermo con flora intestinal benéfica que pase a desplazar a los agentes perjudiciales y, como consecuencia, se eliminen las infecciones.
Pero el tratamiento de las infecciones bacterianas es solo uno de los beneficios de esta técnica. Una serie de pruebas está midiendo el éxito del trasplante de heces en el combate de enfermedades como la encefalopatía hepática, el síndrome de colon irritable y hasta en el autismo.
Los profesores encargados de redactar la información para BJM, Tim Spector y Rob Knight, también hacen una advertencia sobre los peligros de este procedimiento. Dos de los pacientes que se curaron de la infección porClostridium difficile presentaron un enorme aumento de peso tras el trasplante. Además, existe cierta preocupación por infecciones no previstas causadas por el trasplante así como por la posibilidad de que la técnica provoque depresión y ansiedad en los pacientes, pues los estudios apuntan a que existe una relación entre estos cuadros psicológicos y los microbios del estómago.
El MRHA, organismo encargado de regular la medicina en Gran Bretaña, ya ha considerado al trasplante como un producto médico. Mientras tanto, en Australia la técnica está vigente pese a que no ha recibido la autorización del gobierno. En los Estados Unidos, más de 500 clínicas ofrecen trasplantes fecales y hasta tienen en operación un banco especializado en la donación de excrementos.
Zaco en conclusion que el cotorro por eso es muy sano ya que le gusta oler los calzones cagados.