2024 ya es un año histórico. Por primera vez en la historia de los concursos de belleza mundiales, este año hay una reina de belleza creada con inteligencia artificial (IA): la primera "Miss AI" del mundo es la influencer virtual Kenza Layli, que se impuso frente a otras 1.500 competidoras.
El personaje ficticio con un hiyab dorado fue creado por Myriam Bessa, fundadora y directora de la agencia marroquí de inteligencia artificial Atelier digital. Fue nombrada ganadora el 8 de julio por la Asociación Mundial de Premios a Creadores de IA (WAICAS).
Mango marca tendencia
Entonces, ¿los maniquíes humanos pronto serán cosa del pasado? Aunque esta pregunta no pueda responderse de forma concluyente, una cosa es segura: la IA está revolucionando la industria de la moda.
La marca de moda española Mango muestra un poco el rumbo. En la nueva colección "Sunset Dream” ya no posa ninguna modelo delante de la cámara. Sólo la ropa de las fotos es real: ha sido proyectada sobre modelos de IA.
Pero la campaña de Mango no es el primer ejemplo de IA en la industria de la moda. A principios de 2023, la marca Levi's fue noticia por el uso de modelos de IA en su tienda online y su colaboración con la empresa holandesa Lalaland. Esta start-up de Ámsterdam crea modelos de IA para el comercio electrónico.
"La inteligencia artificial está provocando enormes cambios en la industria de la moda", explica Max Dewood, de la agencia de márquetin estadounidense Reverb, especializada en IA. "Marcas como Zara, H&M, Nike, Levi's ASOS y Burberry muestran cómo la IA ya se está utilizando para identificar tendencias, mejorar la atención al cliente, optimizar las funciones de búsqueda y personalizar el comportamiento de compra", agrega.
Dove: "Mujeres reales en lugar de imágenes de IA”
Hay una marca que se niega deliberadamente a asumir la tendencia de la IA: Dove. En un comunicado emitido en mayo de 2024, la compañía, propiedad del grupo británico Unilever, prometió "nunca mostrar imágenes de IA en lugar de mujeres reales, ni recurrir a la falsificación digital y mostrar representaciones poco realistas, distorsionadas e impecables de belleza ‘perfecta'”.
El motivo: un estudio realizado por la empresa titulado El estado real de la belleza. Un informe global muestra que los modelos de IA y los influencers de IA presionan especialmente a las mujeres jóvenes y a las niñas con su apariencia perfecta.
Para el informe se encuestó a unas 33.000 personas en 20 países. Entre ellas, se incluyen 14.000 mujeres y 4.000 hombres de entre 18 y 64 años, y 9.500 niñas y 4.700 niños de entre 10 y 17 años.
A los hombres les gustaría tener más músculos
Los hombres y niños también están sometidos a la presión. El 79 por ciento de los hombres y el 74 por ciento de los niños dijeron que no creían que sus cuerpos fueran lo suficientemente musculosos. En promedio en todo el mundo, el 68 por ciento de los hombres y el 59 por ciento de los niños afirmaron que se sentían presionados para verse más atractivos.
La activista brasileña Beta Boeschat, que contribuyó al informe, confirma el creciente descontento general con la propia apariencia. "Cuantas más herramientas disponibles hay para cambiar nuestra apariencia, más crece la presión para alcanzar el ideal digital de belleza física", asegura a DW.
Prueba de ello es el creciente número de cirugías estéticas en todo el mundo. La intervención quirúrgica ahora se ha vuelto más asequible y sencilla. "Esto aumenta la presión no sólo para las mujeres, sino también para los hombres”, dice Boechat.
Belleza digital, apariencia real
Helmut Leder, profesor de estética empírica en psicología de la Universidad de Viena, también expresa a DW su preocupación por la presión derivada de la brecha entre los ideales de belleza digitales y la apariencia real. "Se trata de un problema dramático", sostiene Leder.
Y aclara: "Los rostros producidos artificialmente no tienen imperfecciones en la piel, tienen proporciones perfectas y casi todos corresponden a un ideal general de belleza. En un mundo en el que no nos enfrentamos a personas reales, sino a muchos rostros mejorados artificialmente, el deseo individual de ser atractivo es enorme".
Con la revolución de la IA en la industria de la moda, la activista Beta Boechat, por su parte, teme un revés para el movimiento "positividad corporal”, también conocido por su nombre en inglés body positivity, que, desde hace décadas, lucha por terminar con los ideales de belleza poco realistas y discriminatorios. "El retroceso se nota entre los activistas", confirma a DW.
"La IA llega a la sociedad en un momento delicado: las exigencias estéticas aumentan y los movimientos contra el poder del culto al cuerpo se han debilitado”, lamenta Boechat.
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