La ingesta de comida chatarra tiene un impacto significativo en la digestión y absorción de calorías en el organismo. Así lo concluyó un estudio conducido por la Universidad de Arizona. En la primera fase del estudio, los participantes consumieron snacks, galletas, carnes procesadas, jugos artificiales y otros productos poco saludables. Replicando la típica dieta con alimentos ultra procesados en un estadounidense promedio.
Comida chatarra deja a las bacterias de nuestro cuerpo con hambre.
Para la segunda etapa, el enfoque se centró en alimentos como legumbres y granos enteros. En ambos escenarios, los participantes mantuvieron una ingesta diaria constante de 2,000 calorías. Con niveles similares de carbohidratos, proteínas y grasas en sus dietas. El plan dietético se calibró minuciosamente para lograr esto.
El resultado reveló que, cuando los voluntarios consumían comida chatarra, sus cuerpos absorbían un mayor número de calorías. Lo cual se determinó midiendo la cantidad residual de energía en las heces.
Comida chatarra y bacterias hambrientas.
Esta diferencia se debe al hecho de que los alimentos ultra procesados contienen moléculas que se descomponen fácilmente, permitiendo que su energía se absorba rápidamente, generalmente al comienzo del intestino. En contraste, los alimentos integrales son ricos en fibras y más difíciles de descomponer, lo que significa que se digieren más lentamente, principalmente en la parte final del intestino.
En estos últimos alimentos, la presencia de bacterias intestinales juega un papel crucial al “robar” parte de las calorías de estos alimentos, promediando alrededor de 116 calorías al día en el estudio. De forma que cuando consumimos comida chatarra, esos microorganismos se quedan sin un correcto aporte de nutrientes.
Nota cortesia de Don Chava chismes
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