El destacado éxito de Artemis I marca un nuevo capítulo en la odisea espacial de la NASA. Señalizando el inicio de una emocionante etapa en su regreso a la Luna. Desde la última misión Apolo en 1972, los humanos no volvieron a pisar la superficie lunar. Sin embargo, eso está destinado a cambiar en diciembre de 2025 con el ambicioso proyecto Artemis III. Este próximo viaje hacia la Luna se diferencia por su destino: los astronautas se dirigirán al polo sur lunar.
El renovado interés en nuestro satélite natural surge principalmente por la posibilidad de descubrir agua. Y es que ya se confirmó la presencia de hielo en cráteres profundos en los polos, regiones protegidas de la inclemente radiación solar. El objetivo es estudiar in situ la accesibilidad y utilidad de este recurso en futuras misiones y posiblemente en una futura base lunar.La NASA regresa a la Luna.
“Tras más de cincuenta años, regresamos a la Luna para adquirir las habilidades necesarias que nos permitan vivir en el espacio durante largos periodos de tiempo. Una preparación crucial para nuestras ambiciones de explorar Marte y regresar con seguridad”, afirmó Bill Nelson, administrador de la NASA, en un reciente comunicado de prensa.
No obstante, este regreso a la Luna se divide en varias fases. Entre Artemis I y Artemis III se encuentra la crucial Artemis II. La misión Artemis I se trató de un vuelo no tripulado alrededor de la Luna, destinado principalmente a probar la ruta propuesta. Y es que cuando se trata de viajes espaciales, toda precaución es poca. Con la confirmación de la viabilidad, la NASA procedió a revelar la tripulación de Artemis II, que recorrerá la misma órbita previamente probada.
“La fecha establecida para Artemis II continúa siendo noviembre de 2024”, informó Jim Free, administrador adjunto de la NASA y encargado de las misiones de exploración. “Artemis I es un hito fenomenal que nos proporcionó valiosas lecciones y guías en la ingeniería. Ahora empleamos tecnologías y equipos innovadores, lo que requiere un nivel de precaución y atención singular para garantizar la seguridad de nuestros astronautas”.
Los cuatro integrantes de la tripulación de Artemis II tuvieron su primer encuentro con la nave que albergará la misión, resguardada en el Centro Espacial Kennedy en Florida. Los astronautas ya pasan por una intensa preparación, sumergiéndose en el estudio y la formación necesaria para llevar a cabo la misión y el viaje.
La nueva carrera espacial es contra China.
“La medida del éxito de Artemis II no radica únicamente en lograr la misión en sí misma. Se consagrará cuando veamos a nuestros compañeros caminando sobre la superficie lunar. Cuando observemos a otros siguiendo nuestros pasos, viajando hacia Marte y de regreso”, declaró Reid Wiseman, comandante de la misión. “Artemis II es solo un preludio del proyecto Artemis. Cada paso que damos, cada avance, lo hacemos con la mirada puesta en el horizonte”.
Ese horizonte del futuro posee una importancia no solo para la ciencia, sino también en términos estratégicos. En la NASA ya están conscientes de la competencia en el ámbito de las misiones espaciales de exploración.
“Actualmente, nuestra competencia en la carrera espacial se perfila con China”, resaltó Nelson. “Los valores subyacentes en Artemis, respaldados por 28 naciones hasta la fecha, incorporan el uso del espacio de manera pacífica y colaborativa a nivel internacional. En esencia, se trata de salvaguardar los intereses de la comunidad mundial frente a un escenario en el que China llegara primero al polo sur lunar y estableciera un control excluyente. La protección de estos intereses constituye una prioridad”.
De confirmarse la existencia de agua en abundancia y de fácil acceso para las tripulaciones, la NASA se compromete a garantizar su disponibilidad para todos los actores. Y no solo para aquellos que claman la propiedad. En esta ocasión, los cosmonautas rusos no representan un obstáculo. Tras la historia inicial de la carrera espacial, Estados Unidos ha colaborado en diversas misiones conjuntas con Rusia.
Sin embargo, en la actualidad, la carrera espacial rusa está muy retrasada. De hecho, carecen de la capacidad para competir en términos de enviar a un ser humano al polo sur lunar. A pesar de mantener sus propias misiones espaciales, estas no tienen la envergadura de las operaciones lideradas por Estados Unidos y China. “Les deseamos éxito”, culminó Nelson. “Pero nuestra rivalidad actual es con China”.
Nota cortesia de Monita Maussan
No hay comentarios:
Publicar un comentario