En la actualidad, resulta impensable concebir la vida cotidiana sin un teléfono celular. Este dispositivo ya es un elemento esencial para la mayoría de los individuos, trascendiendo su mero carácter utilitario. Y no se trata solamente de poseer un aparato de comunicación. Pues nuestra sociedad desarrolló marcadas preferencias por ciertas marcas y modelos. Y en este ámbito, el iPhone ostenta un lugar preponderante.
Atrapado con los iPhones en el cuerpo.
No obstante, esta inclinación hacia el producto de Apple no encuentra eco uniforme en todas las esferas. La realidad económica, particularmente en países tercermundistas, tiñe esta aspiración de inaccesibilidad para muchos. Los precios exorbitantes que suponen la adquisición constituyen una barrera insalvable para una buena porción de la población. Aunque, esta circunstancia no merma el ingenio de algunos individuos alrededor del mundo. Personas que exploran múltiples vías ilegales para introducir el codiciado iPhone a su territorio.
Un episodio reciente de contrabando en la frontera entre la región autónoma de Macao y China ofrece un revelador ejemplo de esta problemática. Un individuo, cuya identidad permanece oculta, intentaba introducir clandestinamente 68 iPhones. Las autoridades aduaneras encontraron los dispositivos adosados a su anatomía.
Los hechos acontecieron la semana pasada. El hombre en cuestión se formó discretamente en la fila destinada a los viajeros que no portaban bienes sujetos a declaración aduanera en la frontera de Qingmao. Sin embargo, su peculiar aspecto físico arrojó sospechas. Los oficiales aduaneros observaron un andar muy inusual, rígido y pesado. Esto instó a los funcionarios a realizar un registro detallado. Tras la inspección encontraron 68 iPhones adheridos a distintas partes de su cuerpo, incluida la cintura, el abdomen y las piernas.
Según lo estipulado en las regulaciones chinas, quienes intentan ocultar mercancías de la aduana enfrentan gravámenes tanto a la entrada como a la salida del país. En el caso en cuestión, la infracción trasciende esta mera penalización fiscal, enmarcándose en el contexto del contrabando, por lo que al sujeto podrían imputarle cargos criminales.
Nota cortesia de El comunista mojado
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