lunes, 2 de octubre de 2023

La tostadora poseída

a tostadora poseida por Satanas1

 En 1988, el afamado presentador Boyd Matson sorprendió a los televidentes con un segmento único en su tipo. Una sección que exploraba las extravagantes historias que acechaban desde los estantes de revistas sensacionalistas. Todo mientras los compradores esperaban pacientemente en las líneas de caja del supermercado. Sin imaginarlo, capturó un memorable encuentro, que hasta la fecha se considera una de las entrevistas más extraordinarias jamás registrada en cámara.

En este segmento en particular, Matson entabló una conversación con Richard Dominick, que por esa época trabajaba como reportero para The Sun. Y posteriormente produciría el renombrado programa televisivo de Jerry Springer. Juntos, se adentraron en el fascinante mundo de algunos personajes peculiares. Uno era un hombre al que rescataron de una hipotermia gracias a su muñeco de ventrílocuo Howdy Doody.

Otro asombroso relato lo protagonizaba Giovanna Podda, una mujer que se embarazó de extraterrestres. Asegurando que vivió años como esclava sexual se seres de otro planeta. Pero, sin duda, el relato más impactante fue el de June O’Brien y su tostadora poseída.

La tostadora de Satanás.

Mientras disfrutaba de la tranquilidad de su cocina en Boca Raton, Florida, June relató a Matson una escalofriante experiencia con su tostadora. Señalando el hueco donde se lee “ponga una rebanada“, June aseguró haber escuchado las aterradoras palabras “Yo soy el demonio“. Sin temor, la mujer describió la voz baja y grave de Satanás que, según ella, le recordaba a la del famoso actor Eli Wallach.

Cautivado por la historia, Dominick no pudo evitar preguntar si June conservaba alguna de esas tostadas satánicas. Para sorpresa de todos, June le dijo que guardó cuidadosamente aquel pan carbonizado en el que se encontraba grabada la impactante frase “Satanás vive” (Satan Lives). Era la prueba irrefutable de que algo maligno acechaba en la cocina de esta mujer.

Presencia siniestra.

Pero, la interrogante seguía en el aire: ¿La tostadora seguía poseída? June confesó que, de vez en cuando, aún enfrentaban problemas con el aparato. Para ilustrarlo, colocó una rebanada de pan en su interior. El forcejeo momentáneo con la palanca, que se resistía a permanecer abajo, parecía indicar que Satanás se encontraba convenientemente presente en la tostadora en ese preciso instante.

En un momento que quedará grabado en la memoria televisiva, el diabólico electrodoméstico liberó llamas infernales, desatando el asombro y temor en los presentes. Tras un breve instante de recuperación, Richard indagó por qué June había decidido conservar tan siniestro artefacto. Con una sonrisa enigmática, June respondió que, después de todo, la tostadora cumplía con su propósito original: hacer un pan tostado delicioso.


A pesar de los fenómenos sobrenaturales que la rodeaban, June demostraba una extraña fascinación por la dualidad de su aparato electrodoméstico. El encuentro entre Boyd Matson, Richard Dominick y June O’Brien en aquel supermercado dejó al descubierto una serie de relatos inverosímiles que desafían nuestra comprensión del mundo. La tostadora poseída de June se convirtió en el punto culminante de esta intriga sobrenatural.

Aunque la racionalidad nos inste a dudar, estos relatos nos hacen reflexionar sobre los misterios inexplicables que aún acechan en los rincones más inesperados de nuestra realidad cotidiana. ¿Qué otras historias aguardan en la sombra, esperando ser descubiertas? Solo el tiempo y la valentía de los investigadores nos darán las respuestas que anhelamos.



Nota cortesia de Don Franky calcetines rotos



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