jueves, 4 de junio de 2015

La mandan a prisión por mantener sexo exageradamente ruidoso


Para todos los que disfrutan de los gritos y gemidos a todo volumen durante una relación sexual, esta podría ser una mala noticia: Gemma Wale, una británica de 23 años, fue condenada a dos semanas de prisión por tener sexo "demasiado ruidoso".
Resulta que a sus quejumbrosos vecinos del barrio de Small Heath, en Birmingham, no les pareció que la chica ejerciera su sexualidad de una manera que le fuera placentera, pues la mañana del 29 de enero la denunciaron luego de haber pasado una madrugada infernal gracias a que la mujer gritó exageradamente durante diez minutos mientras mantenía un encuentro erótico.
Todo el vecindario se quejó, ¡todo! ¿O tienen envidia?


La realidad es que varias personas llegaron a verse obligadas a prender la televisión para no tener que escuchar sus terribles gritos. Incluso, una mujer declaró que no quiere volver a verla nunca, porque "es una vecina del infierno", mientras un chico comentó que "el sexo que ella tenía era especialmente ruidoso, es difícil encontrar una palabra para describirlo".
Por ello, la juez, Emma Kelly, la condenó a dos semanas de cárcel luego de que Gemma no se presentara a los tribunales.

El motivo expreso de su detención fue narrado como "violación de las normas expuestas de la comunidad en el bloque de viviendas sociales donde habita".