Giulio Lampada, un jefe de la
mafia italiana condenado a 14 años de encierro, ha obtenido el chance de irse a
casita debido a que su defensa alegó que los 10 kilos que perdió en tan solo
siete meses se debe a que es “alérgico a la cárcel”.
Debido a que el deprimido
malhechor en los últimos meses se la pasó encerrado más de la cuenta, las
autoridades pidieron a médicos revisar el estado de salud del miembro del clan
Condello. Finalmente, los galenos declararon que Lampada es “incompatible” no
sólo con el encierro en una cárcel, también con su posible traslado a un
hospital psiquiátrico.
La rara condición física y mental del mafioso se debe a la larga vida
dedicada al crimen, la cual le hizo desarrollar una fuerte aversión hacia
cualquier tipo de hombre con uniforme, mientras que los barrotes de la celda lo
llevaron a caer en depresión.
Para que se ponga otra vez de
buenas, se le permitió a Lampada regresar a su casa ubicada en las afueras de
Milán, donde podrá vivir en libertad con su esposa e hijas, ya que sólo así
podrá mejorar su condició, según los nada sobornables médicos.
Hablando de sobornos, este fue el delito por el cual
cayó tras las rejas. En 2011 el italiano fue acusado de asociaciones con la
mafia, su condena se debió a que sobornó a dos jueces para obtener información
sobre la investigación en su contra, uno de ellos el célebre juez Giancarlo
Giusti, a quien Lampada proveyó de prostitutas y vacaciones todo pagado. Aunque
al principio Giusti negó casi todo, más tarde admitió que sus relaciones con el
deprimido criminal fueron durante “un periodo oscuro de su vida”.