Sólo una imagen rondaba en su
pensamiento: Hulk. Y ello
lo impulsó a combinar su rutina de pesas en el gimnasio con esteroides.
Se trata de Romario Dos Santos Alves quien
confesó al diario británico Mirror que trabajaba duro en las
rutinas, pero al no ver mayores resultados y ver que otros hombres lograban que
su musculatura aumentará y sin tanto esfuerzo se acercó a ellos para pedirles
consejos.
Y cuando sus compañeros le
confesaron que ellos complementaban su rutina con el uso de esteroides Romario decidió
inyectarse Synthol en los bíceps.
"Mis músculos comenzaron a
solidificarse y no podía siquiera inyectarme
los brazos, estaban llenos de piedras. Decidí que lo único que podía
hacer era comprar agujas de especialistas para poder inyectarme. Sé que suena
estúpido, pero era lo único que podía hacer para tener mi Synthol", relató
el joven de 25 años de edad.
Abundó que entre más inyectaba
esteroides iba perdiendo fuerzas, hasta que finalmente su esposa lo internó en
un clínica donde le dijeron que debido al abusos de estas sustancias podría
perder sus brazos.
"Finalmente, gracias a Dios,
el médico me dijo que no habría que amputar. Podrían remover el Synthol
solidificado que se había formado en mis brazos", expresó.
Romario desea que otras personas
conozcan su historia para evitar caer en excesos que pueden ser mortales.