Sin contar a las criptomonedas y Elon Musk, no todas las grandes
empresas tecnológicas podrían beneficiarse de un enfoque no
intervencionista de la competencia.
El acercamiento de Elon Musk a Donald Trump debería ser beneficioso para el multimillonario y sus empresas.Credit...Doug Mills/The New York Times
La ola roja que llevó a Donald Trump a la reelección no se originó en Silicon Valley, como afirman algunos podcasteros.
Aquí, en San Francisco, más azul que el
azul, la mayoría de los empleados tecnológicos todavía vota por los
demócratas. Además, aunque algunos líderes prominentes del sector le
expresaron su apoyo a Trump —el más destacado fue Elon Musk, además de
un grupo de ejecutivos e inversionistas en capital riesgo de derecha que financiaron su campaña—, muchos otros apoyaron a Kamala Harris o se mantuvieron cómodamente al margen.
Pero
casi todas las personas del sector, hayan o no votado por Trump,
sentirán las consecuencias del segundo mandato de Trump, desde las
empresas de redes sociales hasta los inversionistas en criptomonedas y
las empresas que buscan construir sistemas de inteligencia artificial de
nueva generación.
El primer mandato de Trump fue tormentoso
e impredecible, y creó una atmósfera estridente en las operaciones
cotidianas, difícil de navegar incluso para las empresas tecnológicas
más grandes. Es probable que el futuro nos depare más caos e
incertidumbre.
Pero aquí tenemos algunas predicciones que ya me atrevo a externar.
Musk reivindicado
Musk,
que de por sí ya es la figura más visible y polarizadora de la
industria tecnológica, quizás haya hecho más que cualquier otra persona
en Estados Unidos para que Trump resultara electo. No solo fue uno de
los mayores donantes de Trump y su seguidor de mayor perfil en la
campaña, sino que convirtió la plataforma de redes sociales X, de la que
es dueño, en un megáfono para el movimiento MAGA, con abundante contenido de respaldo a Trump en las publicaciones de los usuarios y mensajes de aliento para votar por él.
Nadie
en Silicon Valley le había puesto tanto peso a la balanza en la
historia. Y a nadie le beneficiará más un segundo periodo de Trump en la
presidencia que a Musk, quien se convertirá en el empresario más
poderoso de Estados Unidos (si no lo era ya).
Si Trump le da a Musk un cargo oficial en
el nuevo gobierno —dio a entender que podría ponerlo a cargo de un
nuevo “departamento de eficiencia del gobierno” que podría reducir el
número de empleados federales—, este se encontrará en una posición
envidiable, pues podrá seleccionar a la persona que se encargará de
regular a sus empresas, como Tesla y SpaceX. También podría intentar
despedir a cualquiera que bloquee su camino. O podría hacerles a los
trabajadores de gobierno lo que hizo en Twitter, donde ordenó enormes
despidos y solo conservó a los empleados que consideraba leales.
En
cualquier caso, el panorama es totalmente positivo para Musk, cuyos
44.000 millones de dólares dedicados a la compra de Twitter sumados al
dinero que invirtió en conseguir la elección de Trump ahora parecen una
bicoca en comparación con el valor de la influencia que tendrá en el
nuevo gobierno.
Bezos ya envió a Trump un mensaje de felicitación en X.Credit...Nina Westervelt para The New York Times
Los directores ejecutivos besan el anillo
Musk
no será el único interesado en quedar bien con Trump. Muchos líderes de
Silicon Valley intentarán lo más pronto posible lograr una buena
relación con el gobierno entrante.
Durante el primer mandato de Trump, algunos empresarios tecnológicos lo confrontaron al abandonar distintos comités asesores
y cuestionar algunas de sus políticas. Pero descubrieron que desafiar
públicamente a Trump tenía un precio tremendo (en algunos casos,
literal: Amazon planteó ante los tribunales que perdió un contrato de 10.000 millones de dólares
con el Departamento de Defensa debido a una “revancha personal” de
Trump contra el fundador de Amazon, Jeff Bezos, propietario del
Washington Post).
No van a cometer el
mismo error de nuevo. Algunos líderes tecnológicos prominentes empezaron
a congraciarse con Trump antes de las elecciones por si ganaba, como
Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Meta, a quien Trump amenazó con la cárcel en el pasado. Incluso los antiguos enemigos de Trump, como Bezos, en general se han abstenido de criticarlo (Bezos ya le envió a Trump un mensaje de felicitación en X).
Unos cuantos líderes tecnológicos estarán enfadados con Trump en
silencio, y algunos quizás hasta se atrevan a contradecirlo en público.
Pero, en vista de las expresiones de deferencia que observamos durante
la campaña, creo que la mayoría de los directores ejecutivos de las
empresas tecnológicas tolerarán calladamente sus planes para el segundo
mandato o incluso los apoyarán con entusiasmo.
Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Meta, a quien Trump amenazó con la cárcel en el pasadoCredit...Mike Kai Chen para The New York TimesLa fascinación con las criptomonedas
Trump
solía mostrar escepticismo con respecto a las criptomonedas. Pero desde
hace un año ha sido un franco partidario de la criptoindustria y hasta
se comprometió durante la campaña con causas del sector a cambio de millones de dólares en aportaciones de grupos partidarios del criptomundo (extrañamente, una de esas promesas fue que conmutaría la sentencia de prisión de Ross Ulbricht,
fundador del mercado de la internet oscura Silk Road, quien se
convirtió en un héroe popular en círculos libertarios del criptomundo).
A
Gary Gensler, presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU.,
las criptoempresas lo ven como un villano por sus proyectos de
regulación.Credit...Shuran Huang para The New York Times Lo más seguro es
que en el segundo mandato de Trump la criptoindustria obtenga la mayoría
de sus peticiones en Washington, comenzando con el despido de Gary
Gensler, presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos,
que se ha convertido en un villano para las empresas del criptomundo
por sus estrictos proyectos de regulación. Las criptoempresas
demandadas o investigadas por parte del gobierno de Joe Biden tal vez
consigan que esos casos se desechen en el gobierno de Trump, y es
probable que las voces de apoyo a la criptoindustria dominen cuando
llegue el momento de redactar nuevas normas para el sector.
En consecuencia, el precio de las criptomonedas podría irse a la luna (los precios del bitcoin ya iban al alza el martes por la noche
tras las noticias de los primeros resultados favorables para Trump).
Además, es probable que los inversionistas y ejecutivos de la industria
que aportaron millones de dólares para la elección de Trump y otros
candidatos partidarios de las criptomonedas sientan que valió la pena su
inversión.
Lina Khan, directora de la Comisión Federal de Comercio, encabezó los casos de la agencia contra empresas como Amazon y Meta.Credit...Kenny Holston/The New York Times TikTok sobrevive
Simpatizantes
de TikTok en el Capitolio de EE. UU. en marzo, después de que la Cámara
de Representantes aprobara un proyecto de ley que obliga a TikTok a
cortar lazos con su matriz china o se arriesga a ser prohibida en EE.
UU.Credit...Kent Nishimura para The New York Times
Una empresa tecnológica que tal vez esté
celebrando la victoria de Trump es ByteDance, el conglomerado chino
propietario de TikTok.
De conformidad
con las disposiciones del proyecto de ley llamado “prohibición de
TikTok”, aprobado por el Congreso y promulgado este año, ByteDance debía
vender las operaciones de TikTok en Estados Unidos a más tardar en
enero, so pena de sufrir una prohibición en todo el país. Es probable
que ahora eso no suceda porque Trump, que durante gran parte de su
primer mandato intentó prohibir TikTok, cambió de opinión este año,
según se dice, tras un intenso cabildeo de un importante inversionista de ByteDance. Desde entonces, ha indicado que planea salvar a TikTok en Estados Unidos.
Trump
no puede revocar una ley sin el Congreso, y TikTok podría perder sus
apelaciones ante los tribunales, por lo que todavía es posible que entre
en vigor una prohibición contra TikTok. Sin embargo, Trump
sencillamente podría negarse a hacer cumplir esa ley o encontrar otra
forma de mantener su promesa de dejar en paz a la empresa.
Se acelera el avance de la IA
Ni Trump ni Harris hablaron mucho
de la inteligencia artificial durante su campaña. Pero lo más seguro es
que los avances de la IA continuarán durante el segundo mandato de
Trump, y quizá incluso llegue a acelerar el paso.
A
algunas de las élites tecnológicas que apoyaron a Trump —incluido el
inversionista en capital riesgo Marc Andreessen— se les asocia con el ala “aceleradora” del movimiento de la IA, y han expresado su oposición a cualquier norma aplicable a la IA que pueda desacelerar a la industria.
Para
ser honesto, no creo que Trump dedique mucho de su tiempo a pensar en
la IA (es posible que le delegue el tema a Vance, que parece estar interesado en el tema).
No obstante, si consideramos que la postura de Trump con respecto a la
IA dependerá de las personas de su círculo cercano, lo más probable es
que vaya en dirección a alentar a las empresas tecnológicas
estadounidenses a adelantarse a sus rivales de China y el resto del
mundo y a eliminar las barreras regulatorias que puedan atravesarse en
su camino.
Un aspecto interesante es
que Musk será un tanto impredecible en esa área. Dirige una empresa de
IA, xAI, a la que le convendría una regulación flexible. Pero también le
preocupa el riesgo existencial que representa la IA, y apoyó un proyecto de ley controvertido en California que proponía imponer normas de seguridad a los modelos de IA, a lo que se opusieron muchas empresas de IA.
Nota cortesía:
Fuente de información:
Kevin Roose (8 de noviembre de 2024). Lo que significa la victoria de Trump para el sector tecnológico. NYT en Español. EEUU. Recuperado el 10 de noviembre de 2024 de: https://www.nytimes.com/es/2024/11/08/espanol/trump-musk-bezos.html
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