Los coches eléctricos tienen baterías muy potentes. Éstas se cargan desde la red eléctrica o desde el sistema solar de su propio tejado.
Pero la mayor parte del tiempo los coches están aparcados y entonces la batería del coche también podría utilizarse muy bien como almacenamiento para los edificios y la red eléctrica. Este vínculo podría reducir el coste de la energía en el futuro y todos podrían beneficiarse.
Carga bidireccional: ¿Cómo funciona?
Hasta ahora, la electricidad solía fluir en una sola dirección, desde la estación de carga hasta la batería del vehículo eléctrico. Allí, la electricidad se utiliza principalmente para el motor eléctrico, en invierno para la calefacción y relativamente poco para la electrónica y la luz.
Sin embargo, la electricidad almacenada en la batería del coche también puede utilizarse para otros fines y los modelos de coche disponen cada vez más de estas funciones adicionales.
Por un lado, una toma de corriente dentro y fuera del coche puede utilizarse para alimentar otros aparatos, como el frigorífico cuando se está acampando, el taladro en la obra y otros vehículos eléctricos también pueden cargarse de esta forma. Esta función adicional se denomina V2D (Vehicle-to-Decive) y V2L (Vehicle-to-load).
Además, algunos modelos también pueden utilizar la batería del coche para suministrar electricidad a los edificios (vehicle-to-home, V2H) e inyectar electricidad en la red pública (vehicle-to-grid, V2G).
Sin embargo, se necesita un cargador bidireccional para introducir la electricidad de la batería del coche a los edificios y a la red eléctrica. Este puede cargar los coches y también pasar la electricidad de la batería del coche al edificio y a la red eléctrica. Hasta ahora, sólo unas pocas estaciones de carga disponen de esta función adicional.
¿Cuánta energía puede almacenar la batería de un coche?
Las baterías son cada vez más baratas, por lo que cada vez se instalan baterías más potentes en los vehículos eléctricos. El Tesla Model Y tiene una capacidad de al menos 62 kilovatios hora (kWh), el VW ID.4 77kWh y el coche pequeño de Renault (R5) al menos 40 kWh. A modo de comparación: el consumo eléctrico de un hogar de 2 personas en Alemania es de unos 54 kWh a la semana. Por tanto, un coche de gama media podría cubrir completamente esta necesidad de energía con una batería llena.
Los nuevos modelos ID.4 y R5 ya están preparados para suministrar electricidad a edificios y a la red. La batería del coche puede utilizarse entonces con la ayuda de una estación de carga bidireccional. Por ejemplo, la energía solar fluye desde el tejado del edificio a la batería del coche y, por la noche, desde el coche vuelve al edificio a través de la estación de carga bidireccional, suministrando así a los residentes la energía solar generada durante el día, que es barata.
Los conductores también pueden utilizar una aplicación para especificar el límite hasta el que se puede descargar la batería de su coche y cuándo necesitan una batería completamente cargada para viajes largos.
La carga bidireccional tampoco es "perjudicial para la batería del coche", afirma a DW Robert Kohrs, experto en redes energéticas inteligentes del Instituto Fraunhofer de Ise. Al contrario: según el estudio del Fraunhofer, puede incluso prolongar la vida útil hasta un 9%.
¿Se impondrá el uso bidireccional?
La alimentación de edificios y redes eléctricas con electricidad procedente de la batería del coche se ha probado en numerosos proyectos piloto en Europa, Japón, China, EE.UU. y Corea del Sur, y funciona.
En los próximos años saldrán al mercado cada vez más vehículos eléctricos con esta función adicional; según los investigadores, es importante que el mayor número posible de vehículos eléctricos estén equipados con esta función en el futuro. Según el estudio de Fraunhofer, los costes de esta función adicional en el cargador del coche "sólo aumentarían ligeramente en un diez por ciento".
Las estaciones de carga normales (hasta 22 kWh) también deberán ser lo más bidireccionales posible en el futuro. Según el estudio, los costes en este caso aumentarían en "unos modestos 100 euros por cargador" y estos costes adicionales se amortizarían con los "beneficios económicos a los pocos meses de uso".