lunes, 14 de diciembre de 2015

consejos para no perder tu empleo en la posada de la oficina



Quien sea que haya dicho "Es la época más hermosa del año" nunca tuvo un trabajo de oficina. Las posadas navideñas en la oficina son una tormenta perfecta de decoro, alcohol y sujetos de mediana edad que se la pasan mensajeándose con asistentes que traen vestidos de lentejuelas.
Son la mejor ocasión para dar pena ajena, enterarte del secreto más horrible de tu jefe y besar a algún chico o a alguna chica que está haciendo sus prácticas profesionales.
Esta guía es para navegar por ese campo minado sin vomitar en el bote de basura, gritar groserías a la que habla muy fuerte o desnudarte y que suban tus fotos a la cuenta de Cloud de la oficina.

Preparación pre-fiesta (PPF)

Este es tu primer año en la oficina y es importante que vayas preparada para no ir a ciegas a esta fiesta.
Averigua quiénes son los clásicos borrachos tristes y quiénes te van a invitar de sus droguitas en el baño.
Tampoco es mala idea indagar si hay una fiesta cerca de tu oficina esa misma noche por razones que explicaré después.
Si tu jefe es la clase de monstruo que organiza la fiesta en días hábiles y espera que todos vayan a trabajar al día siguiente, investiga si hay reglas escritas o implícitas sobre llegar crudo y tarde.
¿La oficina invita los chilaquiles a la mañana siguiente? Si no, sugiérelo. Un trabajo de verdad debe ofrecerte seguridad y parte de esta seguridad es saber que siempre va a haber chilaquiles cuando los necesites.

Código de vestimenta


Obviamente la fiesta de la oficina no es el lugar indicado para que uses tus mejores pezoneras o ese leotardo que según tú queda perfecto si le bajas dos rayitas y te pones una chamarra encima.
Sin embargo, los eventos de oficina son la oportunidad perfecta para impresionar a tus compañeros.
No debes lucir como si estuvieras lista para una fiesta más divertida, lo único que quieres es sorprender a la gente que ves todos los días para que sepan que puedes verte increíble cuando lo intentas.
La reacción que buscas es un "Guau, Bárbara, no tenía idea" seguido de una mirada de deseo y dos o tres años de likes en tus fotos viejas de Instagram.
Un mono pegadito y un poco labial oscuro es lo ideal. Básicamente, todo lo que no sea una sudadera y unos pantalones viejos es más que suficiente.

Manejo personal

La parte más difícil de cualquier actividad de oficina aparte de "sentarte en silencio frente a tu escritorio mientras ves Facebook" es interactuar con tus compañeros.
Recuerda que son vacaciones y que sólo tienes que socializar con estos extraños una o dos veces al año. Trata de identificar a uno o dos compañeros con los que te guste platicar y acorrálalos cerca de la comida.
Conforme se acerquen los demás a agarrar trocitos de pepino o galletitas con queso, puedes hablar con ellos unos momentos porque sabes que pronto sus bocas van a estar llenas de huevo, queso y galletas, (o pepino).
Conforme avanza la noche, quizá te den ganas de "hablar en serio" con uno o dos de tus conocidos. Resiste este impulso y desvía la conversación hacia temas más generales como Ina Garten o el frío que hace este año en comparación con el frío que hacía el año pasado.
Si no te acuerdas del nombre de algún compañero, simplemente di "¡Feliz navidad, güey!" a todos. Lo entenderán.