miércoles, 2 de septiembre de 2015

Fingió ser gay por todo un año en solidaridad con la población LGBT


El estadounidense Timothy Kurek simuló ser una persona con orientación homosexual durante un año con la finalidad de comprender y solidarizarse con las situaciones que la comunidad LGBT debe enfrentarse día con día.
Aun cuando creció pensando que la homosexualidad era un pecado, pues es hijo de cristianos conservadores, en 2010 decidió crearse una propia percepción luego de que una amiga cercana que conoció en el club de karaoke que frecuenta le confesara que su familia la había rechazado tras revelarles que es lesbiana. 
"Sentí que Dios me había dado una patada en el estómago. Ella estuvo llorando en mis brazos y yo, en vez de estar ahí para ella, estuve pensando en los argumentos para convertirla. Uno aprende a temer a Dios. Se supone que lo correcto en ese caso era decirle a mi amiga gay que era una abominación, y que debía arrepentirse para poder ir al cielo".
Tras pensarlo por casi medio año, empezó su "experimento", en el que buscaba saber lo difícil que se sentía ser gay y deber revelar tu secreto, y además ser abandonado por todo el mundo. Así, les dijo a sus familiares, amigos e iglesia que era homosexual. 
Hubo sólo tres personas a quienes les contó la verdad: su tía (que debía vigilar si su madre podía adaptarse a la noticia), a su mejor amigo y a Shawn, un gay a quien conoció en el club de karaoke y que le servía de guía en el mundo LGBT.
Empezó a trabajar en un bar gay, a frecuentar el ambiente, y se inscribió en una liga gay de softball, que juega a nivel local. Después de su experiencia, declaró:

"Lo que más me conmocionó fue el aislamiento. Antes de “convertirme” en gay, tenía una vida social muy intensa. Después, el 95 por ciento de mis amigos se alejó".